viernes, 27 de julio de 2012

EVITA, Fragmento de Mi Mensaje


Solamente los fanáticos -que son idealistas y son sectarios- no se entregan. Los fríos, los indiferentes, no deben servir al pueblo. No pueden servirlo aunque quieran. Para servir al pueblo hay que estar dispuestos a todo, incluso a morir. Los fríos no mueren por una causa, sino de casualidad. Los fanáticos sí. Me gustan los fanáticos y todos los fanatismos de la historia. Me gustan los héroes y los santos. Me gustan los mártires, cualquiera sea la causa y la razón de su fanatismo. El fanatismo que convierte a la vida en un morir permanente y heroico es el único camino que tiene la vida para vencer a la muerte. Por eso soy fanática. Daría mi vida por Perón y por el pueblo. Porque estoy segura que solamente dándola me ganaré el derecho de vivir con ellos por toda la eternidad. Así, fanáticas quiero que sean las mujeres de mi pueblo. Así, fanáticos quiero que sean los trabajadores y los descamisados. El fanatismo es la única fuerza que Dios le dejó al corazón para ganar sus batallas. Es la gran fuerza de los pueblos: la única que no poseen sus enemigos, porque ellos han suprimido del mundo todo lo que suene a corazón. Por eso los venceremos. Porque aunque tengan dinero, privilegios, jerarquías, poder y riquezas no podrán ser nunca fanáticos. Porque no tienen corazón. Nosotros sí. Ellos no pueden ser idealistas, porque las ideas tienen su raíz en la inteligencia, pero los ideales tienen su pedestal en el corazón. No pueden ser fanáticos porque las sombras no pueden mirarse en el espejo del sol. Frente a frente, ellos y nosotros, ellos con todas las fuerzas del mundo y nosotros con nuestro fanatismo, siempre venceremos nosotros. Tenemos que convencernos para siempre: el mundo será de los pueblos si los pueblos decidimos enardecernos en el fuego sagrado del fanatismo. Quemarnos para poder quemar, sin escuchar la sirena de los mediocres y de los imbéciles que nos hablan de prudencia. Ellos, que hablan de la dulzura y del amor, se olvidan que Cristo dijo: "¡Fuego he venido a traer sobre la tierra y que más quiero sino que arda!" Cristo nos dio un ejemplo divino de fanatismo. ¿Qué son a su lado los eternos predicadores de la mediocridad?

domingo, 1 de julio de 2012

Unidos y organizados Por Marcelo Koenig


Editorial Revista Oveja Negra Nro. 18 

20/06/2012

Unidos y organizados
Por Marcelo Koenig

“Ignoran que la multitud no odia, odian las minorías, porque conquistar derechos provoca alegría, mientras perder privilegios provoca rencor”.

Arturo Jauretche

Salieron. De sus barrios nortes y barrios cerrados. Salieron con el dólar como bandera. Salieron con sus cacerolas de la opulencia, a golpearlas sobre el techo de sus Mercedes Benz. Salieron con sus tapados de piel a defender su derecho a vivir ostentosamente. A pedirle encarecidamente a los yankis que nos transformen en colonia, que intervengan poniendo orden en tanto desatino. Salieron alentados por la arenga mediática a defender los monopolios, que ya tienen fecha cierta de desguace. Salieron a pasear su odio por las calles paquetas de los barrios ricos donde se sienten locales. Salieron para mostrar el rencor que tiene el que pierde sus privilegios. Fueron valientes para pegarle entre cincuenta bravucones a un par de trabajadores de prensa. Así mostraban la tolerancia que arguyen. Con la violencia como argumento imponen el consenso a palos, con sus propias manos ahora que no tienen a la policía y el ejército para imponerlo al conjunto social. Salieron porque les tocaron sus bolsillos revaluando los campos de la provincia de Buenos Aires, como no se lo hacía desde la década del 50. Porque les atrasa el reloj de la historia. Y mostraron carteles que no querían que fuéramos la URSS. Salieron porque no toleran más al gobierno que sostienen las mayorías.
Son pocos, por ahora. Pero no hay que subestimarlos. No hay que menospreciar la capacidad que tienen para que algunos sectores medios quieran mirarse en su espejo.
Tienen poder de daño. Están unidos y organizados, tienen un general mediático que los conduce.
La mejor respuesta no es la contemplación de su despliegue, sino la acción decidida de la militancia. Defendiendo en cada lugar los derechos que vamos adquiriendo. Desplegando las banderas multicolores de la patria grande que ellos desdeñan y discriminan. Estando nosotros también unidos y organizados. Dándole el valor que tiene la recuperación de la mayor empresa argentina: YPF. Sabemos que soberanía es recuperar lo nuestro y que tenemos un gobierno soberano que despliega sin prisa pero sin pausa la decisión nacional.
Debemos responderles no con agresión, sino con la alegría del que está caminando hacia la liberación. Dando rienda suelta a la patria que soñamos. Discutiendo con compromiso y libertad el proyecto de país en el que queremos vivir, sin hambre, con educación para todos y todas, con inclusión social, con trabajo.
Para responder a esa derecha que muestra su oscuro rostro maquillado por cirugías plásticas tenemos una herramienta fundamental: proponer el debate sobre una nueva constitución emancipadora. Meter en esa discusión a todos los hombres y mujeres de la Argentina. Que allí planteen sus reivindicaciones. Que allí consagren sus derechos y obligaciones. Que en el más alto rango jurídico se plasme el proyecto que esta justificado por un trayecto de nueve años de transformaciones.
Son los vientos de cambio de la constitución real que piden a gritos encontrarse con un texto de le sirva a la vez de trinchera para no retroceder y de marco en el cual trazar el camino de la profundización. Tenemos una oportunidad histórica. Unidos y organizados, con una conducción clara y una bandera flameante, vamos por todo. Así los amantes del pasado en copa nueva volverán a sus madrigueras.